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domingo, 4 de diciembre de 2011

EN BUSCA DEL PUNCH PERDIDO.


EN BUSCA DEL PUNCH PERDIDO.

 En mi anterior entrada hice referencia explícita al PUNCH, más concretamente a que adolecía de él. Y es que últimamente tengo menos pegada que el Teletubi lila en una pelea de barrio. No sé qué me pasa, pero la verdad es que a la que me atornillo un poco no respondo. Todo lo que sea  ahora correr por debajo de 3’20  es una odisea para mí. Puedo estar corriendo 25 kilómetros bastante por encima de ese ritmo, pero si me mandas correr un par de kilómetros por debajo me entra la flojera. Las piernas no me responden o no tienen ganas de responder, porque empiezo a pensar que también hay algo de falta de  predisposición mental.

En fin, precisamente una de mis características en tiempos pasados, cuando más o menos me defendía en las pistas de atletismo, era mi punch. Tenía una última vuelta demoledora, en más de un  5mil llegué a acabar en 52 segundos el último 400. En otra carrera donde me jugué la victoria en el último 200 me marqué  un 24”.  En aquella época entrenando  hice  2’22” en un mil y podía acabar por debajo de 2’30” cuando me estaba disputando  la victoria en alguna carrera de fondo. Era mi arma más valiosa, con la que gané muchos campeonatos. De un tiempo a esta parte, obviamente, por la falta de entrenos de calidad, falta de dedicación exclusiva, el tiempo que he estado sin entrenar, el inexorable paso de los años y por la escasez de kilómetros semanales que vengo realizando, he perdido ritmo de crucero. Pero además de haber perdido ritmo, me noto que he perdido también chispa. Ahora si me esprintan en una carrera a penas reacciono, cuando antes para mí era  inaceptable que alguien intentara adelantarme en una última recta. Creo que esto va un poco relacionado también con la pérdida de competitividad. Es como si ya no tuviera la necesidad de demostrarme a mí mismo que soy más o menos rápido que otros runners. Me pasó en los 10k de Valencia y en otras carreras donde ya no reacciono como antes ante los estímulos propios de la competición. Salgo muy blando y me rindo muy pronto. No sé si es por el cambio de hora y la nocturnidad que nos asola actualmente o porque las carreras populares son demasiado temprano y hace frio, siempre he odiado el invierno, pero ahora es como que cuando salgo en una carrera me siento como si estuviera rodando y no compitiendo. He perdido mi punch.

Quizá la solución sea buscar nuevas metas, nuevos terrenos por explorar. Las carreras de 10km me gustan mucho, de hecho creo que es ahí donde mejor debería desenvolverme, pero a lo mejor habría que probar también otras alternativas donde tal vez pudiera explotar mejor mi actual potencial o, al menos, motivarme nuevamente. Siempre he dicho que la mente es determinante, ya que influye en  un porcentaje muy alto en el rendimiento. Algo está cambiando dentro de mí, estoy mutando hacia otro tipo de runner, pero aún no sé a cuál, uno que quizá necesite menos punch.

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