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domingo, 10 de junio de 2012

PERDIDO EN LAS ISLAS MEDAS


Por muchos años que lleve corriendo siempre hay una historia nueva que contar, una nueva experiencia, aunque la del día de hoy ha sido una experiencia bastante cafre. Para empezar tenía que decidir si correr el campeonato de Catalunya de 5mil en pista para mayores de 35 o ir a l'Estartit a correr un triatlón por relevos donde haría la carrera de trail de 14km. 


La semana pasada corrí los 10k de Vilanova donde quedé quinto con un tiempo de 33'22. Tuve la sensación de ir bastante limitado, muy carente de punta de velocidad. Demasiado tiempo sin hacer entrenos de un mínimo de calidad. Consideré entonces que lo pasaría mejor corriendo por la montaña y compartiendo una nueva aventura con el equipo Tordera-tri Canet Race. Veníamos de hacer un buen resultado en la Half Challenge y estábamos motivados. Así pues decidí ir a las Islas Medas a correr el trail.

Enrique, nuestro capi, sería de nuevo el encargado de nadar. El nivel de la natación era bastante alto, así que bueno, de nuevo nos tocaba recortar unos minutillos. Pero parecía que estaba todo controlado.  Esta vez empezaría a correr yo antes que la bici.  La carrera de trail era muy técnica, con mucha piedra. En los primeros kilómetros iba con la compañía de Dani (que haría el duatlón) y con otros dos corredores. Íbamos liderando la carrera los 4 juntos con una ligera ventaja sobre el resto. Antes de llegar al tercer kilómetro,  en un punto un tanto conflictivo por la poca visibilidad de las señales  y por el hecho de ir concentrados en un tramo bastante peligroso, en vez de girar a la derecha nos pasamos de largo. De golpe nos vimos culminando una colina donde no había rastro de ninguna otra señal de por dónde debíamos seguir. Nos paramos desorientados. Al rato empezaron a llegar otros grupos de corredores al mismo punto donde estábamos nosotros, supongo que víctimas de la misma confusión. En un momento nos vimos allí  deambulando sin rumbo cerca de una treintena de afectados. Nadie sabia por donde ir, nos habíamos perdido. Durante más de 10 minutos estuvimos bajando por un barranco lleno de zarzas y al llegar al fondo tuvimos que escalar para regresar al camino de la carrera.  Desde abajo oíamos pasar a los otros corredores que habían ido por el camino correcto. Una vez nos reincorporamos a la ruta correcta me sentí muy desalentado, decenas de corredores y corredoras iban por delante y el camino en ese momento era muy estrecho y complicado para adelantar. Estuve a punto de retirarme ya que veía inviable continuar compitiendo. Pero pensé en el equipo y , después de caminar un poco, empecé a correr de nuevo cada vez más rápido. Adelanté bastantes posiciones y decidí que, al menos, intentaría hacer el mejor tiempo posible para puntuar.

Iba por el kilómetro 6 y pensé que aún quedaban 8, así que si cogía un buen ritmo podría adelantar a bastantes rivales. Enganché un trozo bueno, bastante corrible, y me lancé. La verdad es que me encontraba muy bien y no veía imposible llegar en una buena posición. Le iba preguntando a la gente cómo iba clasificado y durante un rato no lo sabían,  hasta que, a la altura del kilómetro 9, alguien me dijo que iba entre los 10 primeros. Apreté más aún, los veía a todos en fila a lo lejos. Pasé a uno y a otro y a otro... de repente iba cuarto y me informaban que al 2º y 3º los tenía muy cerca. En el kilómetro 12 me puse segundo. Al llegar a la cumbre de la última cima, me informan que el primero acaba de pasar y de que yo voy mucho más rápido... ¡¡ Lo tengo a tiro!! Ahora sí echo el resto, me tiro en plancha por una trialera como un loco. Quedan menos de dos kilómetros y puedo ganar a pesar de todo. ¡¡increíble!!

Bajo todo lo rápido que puedo y al rato veo que el camino que estoy siguiendo se acaba. ¡¡¡ Nooooo!!!! ¿Donde están las señales? No me lo puedo creer. No sé dónde estoy y decido volver atrás, subo la trialera que he bajado y veo algunas siluetas que están pasando por arriba... En ese momento se me cae el mundo encima, me dan hasta ganas de llorar. Cuando regreso al camino ya han pasado cerca de una veintena de corredores, había vuelto a perder unos 5 minutos más. A pesar de todo, sigo corriendo por la inercia que llevaba y aún vuelvo a recuperar alguna posición para acabar entrando el 14 en la clasificación final.


Nuestro ciclista, Alberto Pérez, fue después quinto en su carrera haciendo un gran papel, aunque esta vez no conseguimos subir al pódium. En todos los años que llevo corriendo no me había pasado nada parecido, perderse una vez  puede pasar, pero volver a remontar y volverse a perder, eso ya es de película. En fin, que el deporte tiene estas cosas y supongo que forma parte del juego. Quizá tendría que haber ido a correr el 5mil.

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