LA PASSAFRED'13 Y LA CAZA POR PERSISTENCIA

Son las 6 y 10 de la mañana  y el impertinente sonido del despertador retumba en mis oídos. ¿Qué? ¿cómo? ¿dónde estoy?... Ah sí, ya me acuerdo, es domingo y tengo carrera. Buuuuf! Pero si es de noche! qué pereza, sólo pensar que tengo que hacer los 21km de montaña de la Passafred, me dan ganas de acurrucarme y seguir durmiendo. 

Pero no, como un autómata me levanto, me visto y desayuno un poco. Cojo el coche y durante los 10 minutos que dura el trayecto desde mi casa hasta el Vilar de Blanes,  lugar de la salida, me da por cantar "Chipirón, todos los días sale el sol, chipirón..."  Era una forma de reclamar que se hiciera ya de día.... y es que estaba más oscuro que la boca del lobo. A esas horas uno no anda muy cuerdo, lo sé.

Por fin amaneció y a las 8 se dio la salida. Los primeros 7 kilómetros tenían bastante desnivel. Nada más empezar nos metíamos en un corriol de subida al que llaman "el examinador". Con eso lo digo todo. Aprovechando que hace 3 semanas organizamos un reconocimiento del recorrido con Freerun, planteé una estrategia muy conservadora. Así que me lo tomé con calma. Se me escaparon unos cuantos corredores. Sobretodo Helio López, el ganador del año pasado, y su hermano Pere, que posee una fuerza de piernas descomunal.   

Yo me limité a ir remontando poco a poco, sin gastar demasiadas fuerzas. Así al empezar el segundo tercio de carrera ya iba 4º. Mi predecesor, me iba manteniendo muy bien la distancia y a la que yo me acercaba, él apretaba. Hubo momentos en que se escapó mucho coincidiendo incluso con el acercamiento del quinto clasificado. No desesperé y me basé en la táctica de nuestros ancestros para cazar: "la caza por persistencia". Y es que me vino a la mente el libro "Nacidos para correr" y un video que publicamos en running.es no hace mucho. Pensé en mantener un ritmo constante, machacón, sin perder de vista mi objetivo. Tenía el pódium a tiro y quería al menos luchar por él. Y así fuí haciendo, corriendo en las subidas a un ritmo constante, sin perecer, sin desanimarme. Cada vez que el tercero se giraba me veía ahí, al acecho. 

Superado el ascenso al Poblado Ibérico de Montbarbat, sabiendo que los últimos 6-7km eran ya bastante favorables y una vez superado el último repecho, me lancé. Ahora sí, toca gastar las fuerzas que quedan. Acabé muy rápido y la verdad es que me encontré bien, como hacía tiempo que no me sentía. No sólo superé al tercero, sino que también pude adelantar a Helio que iba segundo. A Pere ya no pude atraparlo, la ventaja que había conseguido fue decisiva. Me sentí satisfecho, sobretodo con las sensaciones que tuve. Tras 21km y 1556 metros de desnivel, acabé muy entero haciendo 1h40'14. Unos 4 minutos más rápido que el año pasado. Bueno, después de todo parece que voy cogiendo un poco la forma. A ver que nos depara el 2014.