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fotos: Núria Lila |
Si te gusta correr
y en especial el trail running, es prácticamente inevitable haber oído hablar
alguna vez de Chamonix. Este pequeño, bueno quizá no tan pequeño, pueblo
francés de unos 10.000 habitantes se halla a los píes de los Alpes, muy cerquita de la frontera con Suiza y
también de la de Italia. Tradicionalmente se ha considerado a esta ciudad de
alta montaña como un lugar de visita obligada para los adeptos al alpinismo. Y
por supuesto, es considerado también centro neurálgico de todos los deportes de
nieve habidos y por haber, no en vano se celebraron aquí los Juegos Olímpicos
de invierno en 1924. Aunque últimamente, y cada vez más, también se está
convirtiendo en la meca para los corredores de trail-running, ya sea a nivel de
Ultras, kilómetros verticales o skyrunning. Las pruebas de carácter
internacional que tienen salida desde la plaza principal del pueblo año tras
año y que cada vez tienen más afición así lo constatan. Sin ir más lejos la
reciente UT del Mont-Blanc o el mundial de Skyrunning.
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Delante del anuncio de la UTMB |
Así pues, a la que
tuve la oportunidad quise visitar y vivir la experiencia de correr en este
magnífico entorno natural, gobernado por la imagen omnipresente del majestuoso
Mont-Blanc, el pico más alto de Europa Occidental con 4.810m. Lo cierto es que
el pueblo está en un valle a unos 1.100 metros de altitud pero, a la que te
descuidas, si quieres hacer alguna ruta, pronto empiezas a ascender y ascender hasta superar los más de 2mil metros rápidamente.
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El Mont Blanc al atardecer |
Cuando llegas no
sabes por dónde empezar, te quedas embelesado por tanta belleza natural y mires
donde mires ves retos por todas partes. Así pues, es cuestión de organizarse un
poco porque hay rutas para aburrir. El primer día que estuve allí hice un
rodaje de reconocimiento sin saber muy bien dónde iba, aunque iba descubriendo
caminos que me iba apuntando en la agenda mental para luego, en el apartamento, organizar alguna rutilla
con la ayuda de un mapa o del google earth. Antes de empezar a correr quise
subir a l’Aiguilla du Midi para observar de cerca la cumbre del Mont-Blanc.
Hasta allí puedes subir en teleférico, no hace falta pegarse la hombrada el
primer día, y el hecho de pasar la jornada a 4mil metros es una
buena manera de empezar a adaptarse a la altitud, aunque sólo sea para caminar
un poco por la nieve. La verdad es que si vienes del nivel del mar lo notas bastante.
Ruta
media: Lac Blue
Una vez estuve
adaptado, más o menos, hice mi primera ruta, subir desde Chamonix hasta el Lac
Blue a 2300 m de altitud, en el Pla de l’Aiguille. El camino, que es todo
subida, es de unos 8km con 1200+ m de desnivel hasta llegar al lago. La salida
está desde Chamonix, está ubicada detrás del teleférico de l’Aiguille du Midi, allí hay un sendero que
se adentra en el bosque y que sube en ziga-zaga. Veremos un cartel que indica
3h 30 hasta el refugio que hay arriba, en la primera parada del teleférico.
Obviamente, si vas corriendo el tiempo se reduce ostensiblemente. Yo en 1h10 me
planté allí subiendo por la ruta del Grand Bois. Una vez arriba dejas el
refugio a un lado y sigues ascendiendo hasta un bar-restaurante de madera donde
encuentras un cartelito que indica Lac Blue, al que llegas en 5 minutos más.
Lugar perfecto para meter las piernas en agua helada, repostar y descansar un poco antes de iniciar
el descenso, en mi caso por el mismo sitio, aunque me consta que hay alguna
otra opción más. La bajada es muy rápida y divertida, el ritmo ya depende de
cada cual, pero vamos, que en menos de una hora corriendo puedes estar abajo
tranquilamente. Un caminante obviamente tardará mucho más. Son 8km más en los
que desciendes 1200 metros. Los paisajes son impresionantes, combinas la visión del
Mont-Blanc con la del pueblo a vista de pájaro. No es una ruta muy larga pero
como entreno de calidad montañera es perfecto, dándole caña en apenas 2 horas te has pegado
un buen tute de 16km con 2.400 metros de desnivel acumulado.
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Sendero de ida y venida al Pla de les Aiguilles |
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refugio en el Pla de Aiguilles |
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descansando en el Lac Blue |
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descenso, de vuelta a Chamonix |
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impresionantes vistas del valle todo el camino |
Ruta
corta: El KMV de PlanPraz
La verdad es que es
difícil no echar el ojo al Kilómetro vertical (1000+) que sube hasta el
teleférico de Plan-Praz (2.100m). Allí se disputó no hace mucho el campeonato
del mundo de la especialidad en el que venció Kilian Jornet con un tiempo
récord de 34 minutos y 8 segundos. Es otro reto a culminar estando en Chamonix.
La verdad es que no es difícil localizarlo y si ves algún vídeo enseguida
identificaras dónde está ubicada la salida y dónde la llegada, además si te
fijas aun hay señales en el suelo y en las piedras que indican el camino hasta
arriba. Son a penas 3’8 km apasionantes, en los que superas un desnivel de
1000m+. El tramo final se complica bastante ya que es una vía ferrata y debes
agarrarte a unas cuerdas que están en las rocas. Yo empecé con un sol de
justicia que me hizo sudar de lo lindo, pero cuando estaba justo a mitad de
recorrido el panorama cambió y de repente empezó a diluviar haciendo aún más
épico el ascenso, que completé en 48 minutos. Para bajar tienes la opción de hacerlo en teleférico o, si prefieres descalentar un poco, por el mismo recorrido por donde has subido.
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KMV de Plan-Praz |
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carteles indicativos de tiempos |
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en pleno KMV |
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durísimo |
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Llegando a la cumbre, a pocos metros ya de la meta |
Ruta
larga: Lac
Blanc
Es tal la variedad
de rutas que se pueden tomar para llegar
al Lac Blanc, que sería hasta farragoso intentar explicarlas todas aquí. Hay
cientos de tracks colgados en internet que podemos seguir. Lo único que hay que
conocer son los puntos de partida y llegada y saber ubicarlos en el mapa,
normalmente coincidentes con las estaciones de teleférico. El caso es que ya
sea saliendo de Chamonix, desde Plan-Praz, o yendo hasta Les Praz, al que se
llega por un bonito paseo arbolado de unos 2km totalmente planos, se puede
emprender, siempre rumbo montaña arriba, la conquista de este hito. Lo normal
es ir dirección a la estación de teleférico la Flègére que está a 1844m de
altitud y desde allí subir, por ejemplo, hasta Índex a una altitud de 2.396m y
coger la típica ruta turística hasta el Lac Blanc. En este punto tomamos un camino pedregoso de
unos 3km que suele estar muy transitado por multitud de turistas, incluso familias con
niños que han accedido a él mediante el teleférico. Una vez en el Lago contrasta la belleza de las vistas con la afluencia de gente allí congregada,
lo que le resta un poco de encanto. El lago en sí, con un color de agua turbia
(de ahí lo de Lac Blanc), tampoco es que
sea el más bonito que he visto, pero lo que sí es cierto es que la visión de
les Aiguilles Rouges en el horizonte es algo espectacular. Para bajar podemos
hacerlo dirección a la Flègére de nuevo, siempre adelantando y esquivando
turistas durante otros 3km, según la hora a la que vayamos. Los lugares más desérticos y
tranquilos son obviamente los tramos donde se tiene la opción de utilizar el
teleférico, cosa que hace la gran mayoría de gente, dejándonos el camino libre a los corredores. El caso es que para marcarse una buena ruta de más de 20 kilómetros
y salvando unos buenos desniveles acumulados, tenemos la opción de recorrer Le
Grand Balcón Sud y la reserva natural de les Aiguilles Rouges hasta el
mencionado lago como punto estrella de nuestra ruta. Cualquier recorrido
elegido es espectacular con preciosas vistas al Mer de Glace y otras maravillas
de la naturaleza allí presentes.
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Balcon Sud |
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rutas desde la Flégère |
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Lac Blanc |
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Carteles de rutas desde el Lac Blanc |
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bajada del Lac, muy transitada por turistas |
Pistas de atletismo
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pista de atletismo en Chamonix |
Para acabar de complementar este maravilloso entorno natural, por tener tenemos hasta la opción de entrenar series en una pista de atletismo. Con 300 metros de cuerda y un tartán nuevecito y , además, de acceso totalmente libre. Reconozco que esto para mí fue la guinda al pastel. Sí porque, aunque pueda parecer un poco tradicional, yo soy un corredor de la vieja escuela de los que, antes que “running”, practicábamos atletismo. Y es que eso de luchar contra el crono se lleva en la sangre, y sí, es muy bonito correr libremente por una montaña y disfrutar del paisaje, pero los de mi especie necesitamos también medirnos mano a mano con nosotros mismos. Y el mejor sitio siempre es una pista de atletismo, donde la distancia y el cronómetro nunca engañan. Además, aquí tenemos el añadido de la altitud (unos 1.100m) lo que nos da un plus de esfuerzo, que al regresar a nuestro entorno natural, en mi caso a nivel del mar, nos hará volar.
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el Mont-Blanc como espectador de lujo |
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disfrutando de unas series de 1000m en altitud |
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