El año pasado me quedé con la espinita de haber quedado cuarto en esta curiosa carrera, organizada por Diversport, que combina el casco antiguo de Girona con un tramo de bosque, a oscuras, ya que se disputa a las 22h. Así que aprovechando mi progresión en estas últimas semanas de, digamos, pre-temporada, decidí volver a tomar la salida, a ver si en esta segunda edición había más suerte. Ahora, junto con Dani, hemos cogido una dinámica buena y nos estamos haciendo unos buenos entrenos, amenos y divertidos. El uno por el otro nos vamos motivando mutuamente.
Así pues, intentando no patinar en las curvas, donde el pavimento aún estaba húmedo, y a rebufo del ritmo del grupo, transcurrieron los primeros 4 kilómetros por el centro urbano. Una vez se bifurcaba el circuito para los 5 y los 10, la cosa ya quedó más clara. Vi que iba 5º o 6º, pero pronto remonté y, antes de entrar al bosque oscuro, ya iba 3º, aunque con la compañía de Raul Rota y de Jess Andrews una chica inglesa que tenía 33 minutos y pico en 10km y que no veas como aguantaba. Menuda máquina. Lo que nos costó descolgarla, había momentos que nos pedía paso y todo. Al final, debido a que me había quedado sin pilas en el frontal (ya me vale, por ponerle unas usadas), me tuve que quedar al rebufo de Raúl y de su luz y esperar a la Devesa para disputar el tercer cajón del pódium. Al no saber cuánto me quedaba para meta, nos íbamos dando cambios de ritmo el uno al otro. Lancé un ataque fuerte cuando creía que ya llegaba, pero no, aún había otro giro. Ahí sí que mi rival cambió fuerte y me dejó unos metros atrás. Al final pude reaccionar, pero la recta de llegada se me acababa por momentos y ya no me dio tiempo a adelantarlo de nuevo. Al final medalla de chocolate por un segundo. 34'22 por 34'23 en 10km, que más bien eran como un cross con obstáculos, ya que había tramos enfangados por las recientes lluvias y algún charco, o más bien se le podría llamar ría. Por delante corrieron mucho para la dificultad del circuito, primero fue un francés llamado Gregory Zieba (33'41) que le arrebató el triunfo, también por un segundo, a Jordi Rabionet (33'42), el que fuera el ganador el año pasado. Mi compañero Canet Racer Dani, al final entró 7º, culminando un nuevo top ten de los dos.
En fin, que seguimos con la puesta a punto. Está claro que hoy en día es difícil ganar una carrera, casi cualquiera. Hay mucha afición, sobretodo a nivel popular y cuesta lo suyo. Parece que aún hay que entrenar un poco más. Aunque sin perder tampoco el norte, ya que al final, de lo que se trata, es de pasarlo bien y no sufrir más de la cuenta con esto.
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