¡¡¡VAMOS A DARLE UN POCO DE CAÑA A ESTO!!!

¡¡¡VAMOS A DARLE UN POCO DE CAÑA A ESTO!!!

El sol brilla en el cielo, se va acercando la primavera y el buen tiempo, los días son más largos y ya han florecido los almendros, los campos, las praderas y los bosques van adquiriendo un color mucho más alegre y los pájaros parece que cantan más felices. Ha llegado la hora de ponerse las pilas. He estado más de una semana completamente K.O, con una gripe tremenda, como hacía años que no enganchaba ninguna, con fiebre, sinusitis, dolores musculares y todos los males habidos y por haber en este tipo de patologías. La semana pasada, a pesar de estar incubando el virus, quise hacer caso omiso a los evidentes avisos que me daba el cuerpo y competí en los 10km de Sant Boi. Lo pasé fatal. Eso es lo último que recuerdo relacionado con el running.

Hoy, por fin, tengo la mente despejada de nuevo, vuelvo a tener ganas de correr, ya no parezco un zombie moqueante y aunque físicamente todavía no he recuperado todas mis fuerzas si he recuperado algo muy necesario: la convicción. Analizando la temporada que llevo, la verdad, no estoy como para tirar cohetes. Empecé bien en septiembre, mejorando referencias del año previo. En Octubre hice una pausa para hacer el Camino de Santiago corriendo y luego, cuando volví, entre que me recuperé y no del esfuerzo se me pasó otro mes en el que, si bien competí dignamente, tampoco pude hacer grandes cosas. El origen de mi desidia lo localizo en diciembre, en la Sant Silvestre de Riudellots. Allí ya me di cuenta de que algo no iba bien, corrí muy descentrado y falto de motivación. Luego el destino me quiso castigar con una contractura en el gemelo. Esto me tuvo 10 días en el dique seco. Volví a prepararme para correr en Sant Antoni, donde hice lo que pude, aunque sin acabar de encontrarme demasiado bien. A partir de ese momento me invadió un halo de apatía, quizá el frío, quizá el desánimo por ver una escasa evolución respecto a la temporada pasada o quizá porque mi mente quería tomarse unas vacaciones. Es cierto que el objetivo que me he propuesto este año, en relación a lo que entreno, es bastante difícil de conseguir. La temporada pasada, la de mi retorno al running, me propuse bajar de 32 minutos en los 10km en ruta, este año de 31... harto difícil. Pero, en fin, esta es la gracia del juego ¿no? luchar para conseguir los objetivos, si lo consigo bien, si no pues lo habré intentado y habré disfrutado en el camino con todas las cosas favorables que ello comporta.

Así pues, ha llegado el momento de darle caña a esto. Vamos a intentar apretar las clavijas, pero sobretodo a intentar divertirme haciéndolo. Lo que está claro es que para conseguir algo siempre tiene existir un absoluto convencimiento de que se puede conseguir. Quién mentalmente se rinde antes de iniciar la lucha, jamás podrá vencer. La realización personal muchas veces no es sólo conseguir un objetivo, si no tener la certeza de que se ha hecho todo lo posible por conseguirlo. Por tanto, me propongo iniciar un plan de trabajo para poder alcanzar mi meta. Conseguirlo no sé si lo conseguiré, pero estoy tranquilo porque ahora sé que lo voy a intentar de veras.