EL DÍA DE LA MARMOTA EN VIC. CAMPIONAT DE CATALUNYA DE CROSS VETERANS.
Es lunes, y cuando aún no ha amanecido ya estoy caminando hacía la estación de tren, a ratos las piernas se me van y corro un poco, quizá porque voy justo de tiempo, quizá porque hace frío o seguramente porque lo llevo haciendo toda la vida. Desde que tengo uso de razón siempre que he podido,o ha sido conveniente, he ido corriendo a todas partes. Los años pasan, pero a veces hay cosas que no cambian. Y es que ayer, domingo, me di cuenta al presentarme en Vic en el campeonato de Catalunya de cross individual y por equipos para mayores de 35.
Aprovechando la hora de tren que tengo hasta la oficina, voy a intentar narrar esta curiosa sensación parecida al "día de la marmota". Y es que a pesar de que la vida está compuesta por ciclos, la verdad es que tiene ciertos parámetros que se repiten con insistencia. Cuando era cadete e iba correr un cross, había 300 ó 400 chavales más acompañándome en la línea de salida; ahora es triste ver como a penas llegan a 50 ó 100, si hay suerte. Sin embargo, se ha producido un hecho curioso, aunque en cierta manera lógico; ¿dónde están aquellos niños que hace un par de décadas abarrotaban cada domingo las carreras? Pues fácil, ahora son todos veteranos. Y es que en los últimos años ha habido un crecimiento espectacular en el atletismo de los mayores, tanto a nivel de volumen como de calidad. Y se ha producido en diferentes especialidades, en la ruta se ha notado muchísimo, el crecimiento es innegable y sólo hace falta ver la edad de los participantes y la de los primeros clasificados, prácticamente todos por encima de los 30-35 años. Pero es que en las demás especialidades este fenómeno también está patente, ya sea en la pista o en el cross, la afluencia de los "veteranos de guerra"es espectacular.
3 grados bajo cero indicaba el termómetro en Vic, pero el ambiente no era, ni mucho menos, frío. Antiguos rivales y compañeros nos encontrábamos de nuevo allí calentando previo a la carrera. Por un momento uno podía llegar a creer que el tiempo realmente no había pasado. A mi me hizo especial ilusión reencontrarme de nuevo en una carrera con mi viejo amigo Victor Morente; cuantas batallitas hemos compartido, cuantos entrenos, alegrías y decepciones. Afortunadamente hoy se ha podido escribir un episodio más y, de nuevo, hemos vuelto a competir juntos. Hay que decir que Victor se mantiene muy bien y que ha entrado tercero de la general, sigue siendo un crack. Yo, como siempre en el cross y el frío, he hecho lo que he podido y he entrado el 15 de la general colaborando para que mi equipo, el Laietania, ocupara la 4 posición por clubs. Danielem, compañero de fatigas, hoy se ha encontrado un poco desubicado en el cross; esta es su segunda experiencia en el campo a través y eso de dar vueltas en un recinto cerrado no le ha acabado de convencer.
Cabe decir que el circuito tenía muchas curvas y que el terreno por el que discurría la carrera era todo de hierba, a lo que si sumamos el rocío y la escarcha, nos podemos hacer una idea de lo que podía patinar aquello. Yo me presenté con un calzado inadecuado y lo pasé un poco mal, pero, como he dicho antes, hay cosas que no cambian.
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