ADIDAS ADIZERO BOSTON 3

ADIDAS ADIZERO BOSTON 3

Hace unos días recibí las Adidas Adizero Boston 3 con la finalidad de que las probara y diera mi opinión. Reconozco que siempre he tenido ciertas reticencias con las zapatillas adidas, sin embargo cuando llegó a mis manos este último modelo de la marca alemana me causó una gratísima impresión. Al verlas me gustó todo de ellas: sus colores, su diseño y sobretodo el aspecto que tenían. Daban la impresión de ser unas zapas muy adecuadas a mis características, neutras, ligeras, con un peso de apenas 270 gramos, pero sin llegar a ser voladoras, unas zapatillas mixtas que se adaptaban a mi peso de corredor ultraligero, con una leve pronación, que está claramente por debajo de los 60 kilos.

Y llegó el momento de calzármelas. El primer día que las probé hice algo corto, rodé 20 minutitos por asfalto y luego hice unos cambios de ritmo a 3'25-3'30. Se cumplieron los pronósticos y realmente la horma se amoldó rápidamente a mi pie. Me sentí muy cómodo con ellas desde el principio, cuando incrementé el ritmo noté una muy buena tracción en la suela y una perfecta transición talón-antepie. El único " pero"que vi es que, quizá al estrenarlas, se me cargaron ligeramente los gemelos, tal vez porque a pesar de tener una buena amortiguación el talón es un poco bajo y la suela estaba aún un poco dura. Es obvio que unas zapas necesitan un periodo de adaptación, no es bueno, por ejemplo, estrenarlas en una competición. Así pues, con tal de domesticarlas un poco, les hice un nuevo test, esta vez me las iba a poner para una tirada de 30km. Fue un test exigente, en el que me acompañó el maratoniano Marc Roig. Los primeros 15km fueron de subida pero íbamos a 4 minutos, luego, ya en plano, nos pusimos a una media de 3'43, haciendo 37'12 en el último 10mil y permitiéndome incluso el lujo de hacer 3'15 en el último km. A partir del km 26 iba ya con las piernas muy cargadas, pero no creo que fuera por las zapatillas si no más bien por la tralla que llevaba. En definitiva, creo que son unas zapatillas muy aptas para correr una media o un maratón siempre y cuando tengas un peso bastante liviano. Tienen una gran estabilidad, de arco bajo y con una lengüeta muy fina que no molesta en absoluto. Su suela es de perfil raso, por lo que no se hunden y las hacen muy aptas para correr rápido si es necesario.

En conclusión, y tras haberlas probado en varias tiradas más en distintos ritmos y terrenos, considero que su utilización va un poco en función del peso del runner. Para un corredor con un peso superior a 70 kilos son perfectas para sus entrenos de calidad, pocos kilómetros pero a ritmo rápido (siempre por terreno compacto) y, como ya he dicho antes, para los que son más ligeritos pueden ser unas muy buenas compañeras de viaje en las largas distancias.

ADIDAS ADIZERO BOSTON 3

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